La gente manda sobre tu negocio no le des más vueltas.
A veces recuerdo imágenes de conferencias y cursos en los que se aseguraba que acotando sobre un público objetivo las marcas podían pescar clientes de forma mucho mucho más eficiente. Se reducía el tamaño de la piscina y se pescaban clientes… a cascoporro. ¡Que suerte teníamos entonces!
Desde hace ya bastante tiempo y aún más en el futuro… el público es la caña, el dueño de la piscina y la sardina eres tú.
Y que sepas que vas a necesitar satisfacer no sólo la promesa de la compra sino mucho más allá para que te dejen jugar en su agua. El público tiene los medios, el tiempo, además del dinero, para que te acomodes a lo que está esperando de tu marca o te quedarás fuera del agua más seco que una mojama.
Esto en el fondo siempre ha sido así, pero hay cambios tanto tecnológicos como generacionales que han roto los paradigmas que existían en comunicación. La capacidad de relacionarse de las personas supera entornos físicos y sociales, lo que antes respondía a una casuística local, a un entorno cercano ha cambiado. Ahora cualquier cosa puede convertirse en global y la inversion millonaria que antes quedaba a fuego en la cabeza de las personas ahora pueden desmontártela con 140 clicks y desde un móvil.
Esto ya no es un ejercicio de hablar, es un ejercicio de escuchar, de invitar, de compartir, ilusionar, analizar, descubrir…
Y con tanto ejercicio mucha gente está con miedo de que le dé una hernia… para tí esto debería ser un mar de posibilidades, un mar que puedes empezar a descubrir.
Déjate pescar por tu público y tu cuenta de resultados lo agradecerá.